Me costaba estar lejos de casa, de mi vida, de Él. Había días peores y días mejores, días en los que el trabajo me fascinaba y otros en los que necesitaba volver a mi Granada para poder respirar.
Ese día, no tenía ganas de comer, porque comer sola... nunca fue mi mayor placer, y el camarero lo notó cuando se fue llevando los platos que yo no tocaba. No me preguntó si quería postre, me trajo un trozo de Pan de Calatrava, y cuando iba a decirle que no había pedido nada, me dijo... "cómalo que igual le cura la nostalga" y no la curó pero no sé si por su filosofía hostelera o por él postre en sí, pero aquella porción me supo a gloria.
Hoy lo he hecho en mi cocina... en mi casa, en mi Granada, sin nostalgia... y sigue sabiéndome a gloria.
Pan de Calatrava
- 2 tazas y 1/2 de leche
- 1/2 taza de nata liquida para montar
- 1 taza de azúcar
- 1 cucharada de canela en polvo
- 4 huevos
- Ralladura de limón
- 5 sobaos
- caramelo líquido
Batir en un bol, la leche, la nata, el azúcar, la canela, la ralladura de limón y los sobaos desmenuzados.
Incorporar los huevos, y batir nuevamente. Colocar en un molde para horno un fondo de caramelo y verter todo. Hornear al baño maría a 180 grados, aproximadamente una hora.
Dejar enfriar y servir:
Quien sabe... igual hoy soy yo quien ayuda a alguien a sobrellevar su nostalgia.